Cómo ir a Bilbao, perder una liga y volver con una huelga de taxis (día 2)

Posted: viernes, mayo 12, 2006 by Cum on feel the noise in
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Lunes 3 de abril.
A vueltas con el viaje

Si ya llevaba un par de semanas haciendo cuentas (más o menos desde que perdieron a manos del Espanyol, club al que recetaría un poco de señorío en dosis de caballo varias veces al día, cosa que ocurrió el 5 de marzo), ahora no quedaba más que una. Ganar o hacer el mismo resultado ante el Athletic de Bilbao (campeón los últimos tres años seguidos aunque esta temporada no pasaría de la quinta plaza hiciera lo que hiciera la última jornada). Y ahí aparece la palabra clave: implicación.

Sería moralmente incoherente seguir durante toda una temporada a un equipo y llegado el momento en que pueda ganar un título no poder hacer más que permanecer en Sevilla y esperar a escribir la crónica de un momento histórico sin ni siquiera ver el partido. Eso, unido a las ganas de disfrutar de una ocasión como esa, y por que no decirlo, sentirse periodista (al fin y al cabo es mi humilde aspiración) me llevaron a pensar que DEBÍA Y TENÍA que estar allí. “Manuel Galán: Enviado especial”.

Para un tipo que llevaba 11 meses escasos en un medio de comunicación y más en una sección poco dada a hacer algo más que cumplir con el trámite diario de encajar los teletipos en una maqueta (Deportes) era una ocasión que no podía desperdiciar. Por la experiencia y enriquecimiento personal, por la posibilidad de disfrutar del momento, recordar cómo se siente el fluir por las venas de la pasión de contar cosas (eso me llevó a embarcarme en esta profesión), por mil razones personales y por ver a un grupo de chicas disfrutar de un sueño merecido. Y estar con ellas para atestiguarlo.
Tal vez será porque llegaba a esa situación sabedor de que nunca hasta entonces (y dudo que en adelante) había ganado nada a título personal.

No me creo merecedor de ello, pero sí de disfrutar de un éxito. ÉXITO con mayúsculas, un triunfo personal para mí (al fin y al cabo fue mi insistencia la que hizo que se ofreciera una mejor cobertura de los partidos, a costa de usar los días de descanso en ello). No quiero pecar de falsa modestia, pero en este mundo cada día menos comprensible resulta que para contar una historia que merece la pena hay que hacerlo en tus días libres, porque cuando trabajas tu misión es “estar” en la redacción. Ni más ni menos.

Olvidad el mito del periodista “buscador de noticias”, la realidad es que en esta profesión que más que trabajo es pasión hecha palabras (sólo eso te hace aguantar la vida de encajador de las parrafadas del señor EFE y la señora Europa Press) es prioritario usar tus horas de trabajo en eso mismo antes que en dar a conocer lo que no cuentan las agencias. Precisamente, ahí creo que reside el vínculo entre redactor y lector, la cercanía y la identificación de una forma u otra con el protagonista de turno.

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